HISTORIA CHINA DEL MISMO LADO SIEMPRE
(Página libre de platillos por gentileza del Fomento del Turismo)
El historiador español, por definición, ha de soportar ciertos sofocos cada vez que sale el asunto del descubrimiento de América: Ya no se trata de dónde naciera El Almirante, sino de que periódicamente hay versiones nuevas: América fue descubierta por vikingos daneses, por gentes de Salomón en busca de Ofir, quizá por Cartagineses, por Templarios y por una tan variada lista que lo único que se puede afirmar sin duda es que no fue descubierta por españoles. El Nombre, tampoco, dado por un cartógrafo alemán o austriaco.
Un coleccionista pretende tener una copia de un mapa de 1418 con el que se probaría que el marino chino más grande de todos los tiempos se habría adelantado a Cristóbal Colón en 74 años. Las dudas sobre su autenticidad son muchas
TEXTO: FERNANDO PASTRANO FOTO: REUTERS
MADRID. Era mucha la expectación, pero también fue mucha la desilusión. Ayer se presentó en Pekín la copia de un mapa chino supuestamente dibujado en 1418, según el cual el marino y aventurero Zheng He 30 habría adelantado 74 años a Cristóbal Colón en el descubrimiento de América.
La pieza exhibida sería una «copia fiel» hecha en 1763, que en 2001 fue adquirida por casualidad por unos 500 dólares en una almoneda de Shanghai por Liu Gang, un abogado mercantil de esa clase media acomodada que emerge con fuerza en la China actual.
La belleza del mapa es indudable, pero la cantidad de detalles, especialmente los perfiles del continente americano hacen dudar de su antigüedad.
Como toda obra pictórica china tradicional, el mapa cuenta con textos laterales. En ellos se explica, por ejemplo, que los habitantes de la Costa Oeste de América (la que los navegantes chinos podrían haber tocado atravesando el Océano Pacífico) son «de color rojizo oscuro» y llevan «plumas en la cabeza y las caderas». También describe a los aborígenes australianos «de piel negra, desnudos y con huesos en la cintura». A este lujo de detalles se contraponen algunos «fallos», verosímiles si el original fuera auténtico. No aparecen las Islas Británicas y California está dibujada como si fuera una isla. Para compensar, la Costa Este de las Américas, desde lo que hoy es Canadá hasta la Patagonia, ofrece un aspecto que en otros mapas no aparecieron hasta muchos años después. ¿Sería entonces cuando se hizo esta copia?
Cuando la revista norteamericana Life realizó en 2000 una lista de las personas más importantes del último milenio, colocó a Zheng He nada menos que en el puesto 14, por encima de cualquier otro chino. Dos años antes, en 1996, National Geographic destacaba su figura como el único navegante oriental digno de mención en un país que nunca tuvo aspiraciones confesables de colonialismo.
En el libro clásico chino «El eunuco San-bao en el Océano Occidental» se describen los siete periplos realizados por Zheng He entre los años 1405 y 1435 a más de treinta países de Asia y África. Parece documentado que amarró su flota en Sumatra, Java, Ceilán, India, Persia, Arabia, Egipto y el sur de África (posiblemente el actual Mozambique). Hay constancia de que llevó a Malaca a una princesa china llamada Hang Li-po, que casó con un monarca local. Pero nada se dice de que hubiera avistado América. ¿De dónde sale, en-tonces, esta historia?
El libro de Menzies
En 2002, Gavin Menzies, un oficial jubilado de la Armada Británica, después de catorce años de investigación en 900 museos y archivos de 120 países, publicó un libro titulado «1421, el año en que China descubrió el Nuevo Mundo» (Grijalbo, 2003). La tesis de este investigador es la misma del mapa en cuestión: Zheng He, descubrió América. Que sea precisamente ahora, después de vender más de un millón de copias.
Almirante Eunuco
Zheng He no se llamaba así y ni tan siquiera era un auténtico chino, si consideramos como chinos genuinos a la etnia han. Nació como Ma San-bao en 1371 en el seno de la comunidad musulmana de la etnia semur que, procedente de Asia Central, se había asentado en lo que hoy es la provincia de Yunnan, fronteriza con Vietnam y Laos. Su padre y su abuelo habían peregrinado a La Meca y solían contar sus aventuras viajeras al joven San-bao. Cuando los ejércitos del Emperador Yongle, tercer monarca de la Dinastía . Ming, conquistaron Yunnan, fue hecho prisionero, castrado y puesto al servicio de la Corte Imperial. Entonces recibió el nombre de Zheng He. Alumno aventajado del Colegio Central Imperial, este eunuco se ganó la confianza de los altos funcionarios hasta llegar a confidente del Emperador, quien le nombró almirante de la Flota Imperial. Aunque su tumba sé encuentra en Nan-jing, se supone que murió en 1435 en alta mar, donde recibió sepultura.
Un coleccionista pretende tener una copia de un mapa de 1418 con el que se probaría que el marino chino más grande de todos los tiempos se habría adelantado a Cristóbal Colón en 74 años. Las dudas sobre su autenticidad son muchas
TEXTO: FERNANDO PASTRANO FOTO: REUTERS
El mapa de Zheng He, «descubridor» de América, ¿un cuento chino?
MADRID. Era mucha la expectación, pero también fue mucha la desilusión. Ayer se presentó en Pekín la copia de un mapa chino supuestamente dibujado en 1418, según el cual el marino y aventurero Zheng He 30 habría adelantado 74 años a Cristóbal Colón en el descubrimiento de América.
La pieza exhibida sería una «copia fiel» hecha en 1763, que en 2001 fue adquirida por casualidad por unos 500 dólares en una almoneda de Shanghai por Liu Gang, un abogado mercantil de esa clase media acomodada que emerge con fuerza en la China actual.
La belleza del mapa es indudable, pero la cantidad de detalles, especialmente los perfiles del continente americano hacen dudar de su antigüedad.
Como toda obra pictórica china tradicional, el mapa cuenta con textos laterales. En ellos se explica, por ejemplo, que los habitantes de la Costa Oeste de América (la que los navegantes chinos podrían haber tocado atravesando el Océano Pacífico) son «de color rojizo oscuro» y llevan «plumas en la cabeza y las caderas». También describe a los aborígenes australianos «de piel negra, desnudos y con huesos en la cintura». A este lujo de detalles se contraponen algunos «fallos», verosímiles si el original fuera auténtico. No aparecen las Islas Británicas y California está dibujada como si fuera una isla. Para compensar, la Costa Este de las Américas, desde lo que hoy es Canadá hasta la Patagonia, ofrece un aspecto que en otros mapas no aparecieron hasta muchos años después. ¿Sería entonces cuando se hizo esta copia?
Cuando la revista norteamericana Life realizó en 2000 una lista de las personas más importantes del último milenio, colocó a Zheng He nada menos que en el puesto 14, por encima de cualquier otro chino. Dos años antes, en 1996, National Geographic destacaba su figura como el único navegante oriental digno de mención en un país que nunca tuvo aspiraciones confesables de colonialismo.
En el libro clásico chino «El eunuco San-bao en el Océano Occidental» se describen los siete periplos realizados por Zheng He entre los años 1405 y 1435 a más de treinta países de Asia y África. Parece documentado que amarró su flota en Sumatra, Java, Ceilán, India, Persia, Arabia, Egipto y el sur de África (posiblemente el actual Mozambique). Hay constancia de que llevó a Malaca a una princesa china llamada Hang Li-po, que casó con un monarca local. Pero nada se dice de que hubiera avistado América. ¿De dónde sale, en-tonces, esta historia?
El libro de Menzies
En 2002, Gavin Menzies, un oficial jubilado de la Armada Británica, después de catorce años de investigación en 900 museos y archivos de 120 países, publicó un libro titulado «1421, el año en que China descubrió el Nuevo Mundo» (Grijalbo, 2003). La tesis de este investigador es la misma del mapa en cuestión: Zheng He, descubrió América. Que sea precisamente ahora, después de vender más de un millón de copias.
Almirante Eunuco
Zheng He no se llamaba así y ni tan siquiera era un auténtico chino, si consideramos como chinos genuinos a la etnia han. Nació como Ma San-bao en 1371 en el seno de la comunidad musulmana de la etnia semur que, procedente de Asia Central, se había asentado en lo que hoy es la provincia de Yunnan, fronteriza con Vietnam y Laos. Su padre y su abuelo habían peregrinado a La Meca y solían contar sus aventuras viajeras al joven San-bao. Cuando los ejércitos del Emperador Yongle, tercer monarca de la Dinastía . Ming, conquistaron Yunnan, fue hecho prisionero, castrado y puesto al servicio de la Corte Imperial. Entonces recibió el nombre de Zheng He. Alumno aventajado del Colegio Central Imperial, este eunuco se ganó la confianza de los altos funcionarios hasta llegar a confidente del Emperador, quien le nombró almirante de la Flota Imperial. Aunque su tumba sé encuentra en Nan-jing, se supone que murió en 1435 en alta mar, donde recibió sepultura.
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