jueves, enero 19, 2006

HISTORIA MUNDIAL DEL TAPÓN


Ya sabe el lector que en estas páginas sobre la historia nos permitimos un eclecticismo saludable en la elección de los asuntos. Así, en beneficio del estudioso, anotamos aquí un gran trabajo sobre la historia del tapón de corcho que, por supuesto, es invención francesa, de Reims y Dom Perignon, simplemente copiada de unos peregrinos españoles, para los que el tapón de corcho era la cosa más natural.

También es notable comprobar que el invento del tapón, en el mundo, es cosa reciente: al menos el aplicado en la segunda fermentación en botella, o sea, en los espumosos. Sólo trescientos años nos separan de la nada, y el hecho de que la industria champañera y la corchotaponera están controladas por empresas de Cataluña.

EL RECTOR 007.

(La botella de la imagen contiene publicidad subliminar con forma de flor)

Desde que un abate benedictino descubriera el tapón de corcho, nadie ha sido capaz de encontrar para el tapamiento de los vinos algo semejante.

Los tres siglos inimitables del corcho

POR EMILIO JOSÉ RODRÍGUEZ BRIEGAS

EXTREMADURA. Un buen día de hace alrededor de 300 años, el abate benedictino, administrador de la Abadía de Hautvillers, en la Diócesis de Reims (Francia), Pierre Perignon, que venía trabajando en la idea de embotellar el vino y conservar el gas para que la segunda fermentación del mismo se realizase dentro de la botella, se encontró con unos peregrinos ibéricos que poseían una cantimplora con un extraño tapón, lo que le llevó a indagar de forma incansable hasta descubrir el corcho.

Han pasado desde entonces 300 años, tres largos siglos, y, con todo lo que se diga o se quiera hacer creer, aún nadie ha sido capaz de encontrar para el tapamiento de los vinos algo semejante al corcho, con unas cualidades naturales innatas como la vida misma, que hacen de él un producto único e inimitable, que después de tantos años continúa ofreciendo todo tipo de garantías sanitarias al consumidor y que con el vino forma un maridaje indisoluble e indiscutible.

El corcho, que nace en pleno corazón de la naturaleza, en las extensas y maravillosas dehesas de monte alcornocal de los países mediterráneos, ha aportado a la conservación de los mejores vinos del mundo un prestigio impagable fuera de toda duda, convirtiéndose en un aliado perfecto al que jamás podrá hacer frente por sus condiciones ningún otro tipo de tapamiento, lo que saben sobremanera todos los bodegueros, destinatarios principales del producto estrella del sector corchero: el tapón.

El sector del corcho es en la actualidad uno de los más importantes dentro del esquema económico de Extremadura, que se encuentra a la cabeza de las principales potencias en el mismo junto a Andalucía o Cataluña. Loj muestran las cifras referentes a importaciones y exportaciones, así como el número de puestos dé trabajo que genera, tanto directa como indirectamente, erigiéndose San Vicente de Alcántara como capitalidad en la materia, con casi 70 empresas, a la que le siguen otras localidades como Jerez de los Caballeros, Mérida, Albur-querque, El Torviscal o Almené dral y Valencia de Alcántara, Cañaveral o Almaraz.

No es su mejor momento

El sector corchero en general no está atravesando en la actualidad su mejor momento, debido a los incrementos de los precios en la compra de materia prima y a la fuerte competencia a la que el sector viene siendo sometida por la existencia de productos sintéticos para tapamiento de vinos.
Estos productos, aunque quieran imitar al corcho en color y forma jamás lo conseguirán —si pretenden imitarlo será porque es bueno—, puesto que les faltan las bondades (estanqueidad, elasticidad, etc.) y las condiciones que sólo la madre naturaleza puede dar y con las que nunca podrá competir la mano del hombre por mucho que nos empeñemos.