URGENTE: HISTORIAR A LOS MEMOS
MECACHIS QUÉ GUAPO SOY
Un viejo catalanista de los que escriben español, que lleva mucho labrándose una imagen de intelectual burgués y moderado, tiene el hábito de ser todo lo contrario y sólo se trata de que padece desde hace 50 años una soberbia linfática y una hipocresía hidrópica, amén de un congénito goteo de labio inferior. Todo esto, con ser mucho, no tendría apenas importancia si no lanzara mensajes próximos a los ideales de la masonería decimonónica y si su personalidad entera no cayera de lleno en el campo del resentimiento.
El envejecido muchacho considera que la tolerancia progresista suele consentir en el insulto a domicilio. Como soy tolerante y nadie lo duda, oye, eres un marciano. Oye, eres un bobo. Usa el hombre el viejo método de la llantina hebraica o catalana. Si se dice de él que es catalanista, como ciertamente lo es, insiste en ello como para negar toda evidencia y para demostrar por el ridículo que él no es nada, cosa que ya se sabía. Necio con pasión, carga con el dolor de todos los necios, la envidia, que combate con grandes dosis de presunta inteligencia. Todo hay que decirlo: este rector le debe una al genio local, a cuenta de un funeral que pretendió etiquetar, el bribón fascista.
Pero nos apartamos del asunto: sus posiciones ateas y ofensivas –y ahora se dice lo malo- las viene sosteniendo desde la Tercera del asombroso Diario Menorca, periódico de clérigos y de burguesotes separatistas y peseteros. No es el mejor sitio para hacer demostración de enemiga hacia el patriotismo (virtud según la Iglesia Católica), de militancia atea involucionista y de humo de pajas mojadas, con voluntad de pecador a todo trance. Mal alma. Mal espíritu. He aquí lo que esa prensa clerical sui géneris suele publicarle, para ejemplo de los jovencitos y de los meapilas con motor popero:
9-IV-06
Un amigo me previene de mi fama de "catalanista". Sonrío. Lo fui levemente cuando era pecado. Ahora quizá sea pecado no serlo, por lo menos en ciertos ámbitos. Me he confesado, y sigo haciéndolo, agnóstico de dioses y patrias, y a ello me atengo. El único ismo que conservo es el culé porque me divierte, pone un punto de inocente disbauxa en mi vida. Fuera de él, mi "catalanismo" se circunscribe a la defensa, por razones estrictamente culturales, de la unidad de la lengua catalana, la mía propia, la que no me permitieron aprender de niño. [Sí se lo permitían, pero no era asignatura que puntuara. En los aós sesenta, cuando tenía entre 10 y 20 años, hubo multitud de cursos de catalán que, sin duda, le dieron pereza] Ahí se acaba mi "nacionalismo". Los que llevan cualquier patria "hasta en los tuétanos" (Bono dixit), me parecen extraterrestres.
10-IV-06
En la tertulia sabatina de la emisora Martillo de Herejes, [se refiere a la COPE] profetizan que Zapatero está a un paso de proclamar la III República Española. Mando aviso urgente a Mendi Llabrés para que no ponga aún el cava en la nevera: la emisora no suele acertar en sus predicciones, sean de extrañas mochilas itinerantes o fratricidas disoluciones de patrias y familias. Así que calma, amigo, limítate a festejar el recuerdo de la fallida Segunda República, lo que no es incompatible con la lealtad democrática a la actual Monarquía... republicana.
De la misma calaña y con idéntica línea argumental, pero aún más fea y de más estrecho espíritu, la vicepresidente del Gobierno De la Vega, acierta a demostrar cómo no da pie con bola, eufemismo para expresar que no arrima el ojo a la verdad ni por error. Es la guardiana de la santa patraña:
O sea, ¿qué sabrán los cardenales? Cuando quedemos divididos, no le faltará la palabra y nos hablará de una España “partida, por gala, en dos”- El mundo es de las agachadizas con el pico flojo y la mente dura, quod erat demostrandum.
Don José Jiménez Lozano parece entender mucho de personas del calibre mencionado, arrivistas en general, que, desde Trapisonda, vemos como iniciadores de las catástrofes históricas que suelen negar con singular contumacia. Veamos a Don José en una Tercera de ABC:
La historia española de los siglos XIX y XX es también una muestra de estos talantes cíclicos: orgullosos misoneísmos y orgullosas llegadas de novedades y sus revoluciones, que, pese a que fueron trágicas, crearon toda una mitología y una poética para la intelligentsia, o, si se prefiere, el de producción de material folletinesco y cinematográfico, para divertimento universal; es decir, las risas y bofetadas que parecen ser nuestro destino.
Ya sentó muy mal al negocio turístico del XIX que se acabara con los almacenes de cacharros supuestamente inquisitoriales y con los bandoleros de Sierra Morena que se hicieron honorables; y mucho se alabó nuestro sedicente arreglo de esos ciclos hispánicos en la Constitución de 1978, pero parece que esto fue todo un desastre para almonederos, reescribidores de la historia, derribadores de estatuas, comunicadores de emociones y sembradores de locuras. Nada ya de bromitas y literaturas como las de los Peñaflorida, Claudel y Moratín. Ya no es el tiempo si no el del triunfo del reality show; y nadie se conforma ya con menos que con el lento y jaranero despiece de España en carne viva. No se nos puede pedir más en punto a autoimbecilidad y autodesprecio.
JOSÉ JIMÉNEZ LOZANO
Escritor. Premio Cervantes 2002
Y para que no haya duda, el ideólogo Zapatero cree que todo el monte es orégano y tienta gravemente nuestro celebro, con unas reumas que gotean del suyo, que tal parece un tobogán: “Otegui, ese hombre de paz”. Ya nos lo temíamos. Si la república segunda fue benéfica y justa, Otegui tenía que ser hombre de paz y Rubalcaba ministro de confianza. O sea, Rab-el- Caba, si se nos entiende.
Para entender este último párrafo frecuente el Manual de Medicina Letal, en Trapinsonda mismo. Un libro gratis pero no gratuito.
(medicinatal10)
El envejecido muchacho considera que la tolerancia progresista suele consentir en el insulto a domicilio. Como soy tolerante y nadie lo duda, oye, eres un marciano. Oye, eres un bobo. Usa el hombre el viejo método de la llantina hebraica o catalana. Si se dice de él que es catalanista, como ciertamente lo es, insiste en ello como para negar toda evidencia y para demostrar por el ridículo que él no es nada, cosa que ya se sabía. Necio con pasión, carga con el dolor de todos los necios, la envidia, que combate con grandes dosis de presunta inteligencia. Todo hay que decirlo: este rector le debe una al genio local, a cuenta de un funeral que pretendió etiquetar, el bribón fascista.
Pero nos apartamos del asunto: sus posiciones ateas y ofensivas –y ahora se dice lo malo- las viene sosteniendo desde la Tercera del asombroso Diario Menorca, periódico de clérigos y de burguesotes separatistas y peseteros. No es el mejor sitio para hacer demostración de enemiga hacia el patriotismo (virtud según la Iglesia Católica), de militancia atea involucionista y de humo de pajas mojadas, con voluntad de pecador a todo trance. Mal alma. Mal espíritu. He aquí lo que esa prensa clerical sui géneris suele publicarle, para ejemplo de los jovencitos y de los meapilas con motor popero:
9-IV-06
Un amigo me previene de mi fama de "catalanista". Sonrío. Lo fui levemente cuando era pecado. Ahora quizá sea pecado no serlo, por lo menos en ciertos ámbitos. Me he confesado, y sigo haciéndolo, agnóstico de dioses y patrias, y a ello me atengo. El único ismo que conservo es el culé porque me divierte, pone un punto de inocente disbauxa en mi vida. Fuera de él, mi "catalanismo" se circunscribe a la defensa, por razones estrictamente culturales, de la unidad de la lengua catalana, la mía propia, la que no me permitieron aprender de niño. [Sí se lo permitían, pero no era asignatura que puntuara. En los aós sesenta, cuando tenía entre 10 y 20 años, hubo multitud de cursos de catalán que, sin duda, le dieron pereza] Ahí se acaba mi "nacionalismo". Los que llevan cualquier patria "hasta en los tuétanos" (Bono dixit), me parecen extraterrestres.
10-IV-06
En la tertulia sabatina de la emisora Martillo de Herejes, [se refiere a la COPE] profetizan que Zapatero está a un paso de proclamar la III República Española. Mando aviso urgente a Mendi Llabrés para que no ponga aún el cava en la nevera: la emisora no suele acertar en sus predicciones, sean de extrañas mochilas itinerantes o fratricidas disoluciones de patrias y familias. Así que calma, amigo, limítate a festejar el recuerdo de la fallida Segunda República, lo que no es incompatible con la lealtad democrática a la actual Monarquía... republicana.
De la misma calaña y con idéntica línea argumental, pero aún más fea y de más estrecho espíritu, la vicepresidente del Gobierno De la Vega, acierta a demostrar cómo no da pie con bola, eufemismo para expresar que no arrima el ojo a la verdad ni por error. Es la guardiana de la santa patraña:
«La vicepresidenta dice que España está más unida que nunca
• La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, proclamó ayer que "nunca este país había estado más unido que ahora" después de que anteayer jueves el vicepresidente de la Conferencia Episcopal, Antonio Cañizares, mostrase su gran preocupación por la unidad de España, que dijo está "en grave riesgo".»O sea, ¿qué sabrán los cardenales? Cuando quedemos divididos, no le faltará la palabra y nos hablará de una España “partida, por gala, en dos”- El mundo es de las agachadizas con el pico flojo y la mente dura, quod erat demostrandum.
Don José Jiménez Lozano parece entender mucho de personas del calibre mencionado, arrivistas en general, que, desde Trapisonda, vemos como iniciadores de las catástrofes históricas que suelen negar con singular contumacia. Veamos a Don José en una Tercera de ABC:
La historia española de los siglos XIX y XX es también una muestra de estos talantes cíclicos: orgullosos misoneísmos y orgullosas llegadas de novedades y sus revoluciones, que, pese a que fueron trágicas, crearon toda una mitología y una poética para la intelligentsia, o, si se prefiere, el de producción de material folletinesco y cinematográfico, para divertimento universal; es decir, las risas y bofetadas que parecen ser nuestro destino.
Ya sentó muy mal al negocio turístico del XIX que se acabara con los almacenes de cacharros supuestamente inquisitoriales y con los bandoleros de Sierra Morena que se hicieron honorables; y mucho se alabó nuestro sedicente arreglo de esos ciclos hispánicos en la Constitución de 1978, pero parece que esto fue todo un desastre para almonederos, reescribidores de la historia, derribadores de estatuas, comunicadores de emociones y sembradores de locuras. Nada ya de bromitas y literaturas como las de los Peñaflorida, Claudel y Moratín. Ya no es el tiempo si no el del triunfo del reality show; y nadie se conforma ya con menos que con el lento y jaranero despiece de España en carne viva. No se nos puede pedir más en punto a autoimbecilidad y autodesprecio.
JOSÉ JIMÉNEZ LOZANO
Escritor. Premio Cervantes 2002
Y para que no haya duda, el ideólogo Zapatero cree que todo el monte es orégano y tienta gravemente nuestro celebro, con unas reumas que gotean del suyo, que tal parece un tobogán: “Otegui, ese hombre de paz”. Ya nos lo temíamos. Si la república segunda fue benéfica y justa, Otegui tenía que ser hombre de paz y Rubalcaba ministro de confianza. O sea, Rab-el- Caba, si se nos entiende.
Para entender este último párrafo frecuente el Manual de Medicina Letal, en Trapinsonda mismo. Un libro gratis pero no gratuito.
(medicinatal10)
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